Nació en noviembre de 1938 y se crió en el sanatorio que tenía su padre. Sus padres tenían muy claro que querían que todos sus hijos fueran a la universidad y no hicieron ninguna excepción con Margarita. Comenzando sus estudios en Gijón, realizó su tesis doctoral bajo la supervisión de Alberto Sols. Tiempo después se marchó a investigar en la Universidad de Nueva York, donde trabajó bajo la tutela de Severo Ochoa. Tuvo gran influencia en su vida Simone de Beauvoir, con su libro El segundo sexo Al final de su vida, se le atribuyen más de 350 publicaciones en revistas o libros internacionales, y otras tantas en medios nacionales.
Son muchas sus aportaciones científicas pero, sin duda, la más destacada es el método del ADN polimerasa Phi29, es decir, la PCR, lo que ha supuesto una gran ayuda en tiempos de pandemia y sin la que probablemente no estuviéramos sobrellevando el virus. Otros descubrimientos fueron:
¿Quién nos iba a decir que Margarita tendría tanta presencia en nuestras vidas? No cabe duda de que tuvo un gran impacto en el ámbito forense, por ejemplo, pero su gran descubrimiento ha permitido salvar muchas vidas en los últimos dos años. Deberíamos preguntarnos por qué no se le da el reconocimiento que se merece, pues Salas no es solo un ejemplo de una mujer que triunfa en un sector mayoritariamente masculino, sino que ha permitido salvar muchas vidas.
